Luego de la derrota del Espanyol a manos de su rival Barcelona quien lo condenó al descenso a la Segunda División, en el mundo se han dado momentos de humillación no sólo a manos del rival de entidad, sino también la pena de perder la categoría.

Así como aconteció con Espanyol ante su rival regional, en otras ligas ha pasado lo mismo, la historia señala que en Inglaterra el Manchester United dejó la máxima categoría a manos del Manchester City en 1974.

Lo más triste y doloroso para el United no fue en sí el descenso sino quién se encargo de mandarlos a la categoría inferior; en aquella temporada de 1973-74 el gol que condenó a los Red Devils lo hizo un ex jugador, Denis Law.

En México han ocurrido descensos humillantes como lo ocurrido con Necaxa que en dos ocasiones fue víctima de sus rivales de ciudad, en primera instancia ante América en 2009 tras caer por la mínima diferencia, en 2011 fueron víctimas nuevamente de perder la categoría a manos del Atlante que si bien ya jugaba el cuadro atlantista en Cancún, la rivalidad de muchos años como clásico capitalino condenó a los rojiblancos a la División de Ascenso.

Otro caso humillante fue el que sufrió Tigres a manos de Monterrey en 1996, el triunfo de los Rayados por 1-2 en el Universitario provocó el descednso de los felinos y una de las afrentas más humillantes para los universitarios.

REDACCIÓN/AGENCIAS/MAI

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