Lo que parecería imposible ocurrió en un día de pesca, como parte de un guión de terror cinematográfico de Hollywood.

En una playa de Tasmania, Australia trascendió que una familia que se adentró al océano sufrió minutos de espanto al ver como un tiburón (posiblemente blanco) saltaba de sus dominios y se plantaba sobre su barco, pero se llevaba de paso a su hijo hacia las profundidades.

Por fortuna, el padre del niño se lanzó con desesperación y heroísmo al mar para arrebatarle a su vástago al gran pez de sus fauces, lo que si logró, salvándole la vida al infante de 10 años de edad, pese a sufrir dolorosas heridas en sus brazos, piernas, pecho y cabeza.

Al llegar a tierra, el niño fue inmediatamente trasladado a un nosocomio donde actualmente se encuentra estable y fuera de peligro.

Debemos destacar que la policía de la zona ya había avisado que estaba merodeando la zona un tiburón.

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