La presidenta del comité organizador de Tokio 2020 se vio obligada a reafirmar el viernes que los demorados Juegos Olímpicos comenzarán en poco más de tres meses y que no se cancelarán a pesar del repunte de los casos de COVID-19 en Japón.

En una conferencia de prensa, Seiko Hashimoto fue cuestionada por las condiciones que provocarían la cancelación de la cita olímpica. En la víspera, Toshihiro Nikai, secretario general del partido gobernante, el Partido Liberal Democrático, planteó esa posibilidad.

“Hay una serie de preocupaciones, pero como comité organizador de Tokio 2020 no estamos pensando en cancelar los Juegos”, afirmó Hashimoto.
Durante una entrevista, Nikai, número dos del PLD, respondió a las dudas sobre una posible cancelación afirmando que “por supuesto” era una opción, añadiendo que si el evento provoca un repunte de las infecciones “no tendrá sentido celebrarlos”.

Nikai trató de retractarse más tarde, y el primer ministro del país, Yoshihide Suga, señaló en un comunicado el jueves que “no hay ningún cambio en la posición del gobierno de hacer todo lo posible para lograr unos Juegos Olímpicos seguros”. Hashimoto reconoció la preocupación de Nikai y sugirió que probablemente sea compartida por los japoneses. Según las encuestas, hasta el 80% de la población se opone a la celebración del evento durante la pandemia.

Los casos de COVID-19 han aumentado en todo el país. A pesar de esto, el Comité Olímpico Internacional y los organizadores siguen presionando para que se celebren. El COI — cuyo presupuesto está formado en un 73% por la venta de los derechos de transmisión — dijo que sus fondos podrían estancarse si se suspenden. Japón ha invertido ya al menos 15,000 millones de dólares en el evento, aunque las auditorías gubernamentales sugieren que la cifra real podría ser de hasta el doble. Todo, a excepción de 6,700 millones, son fondos públicos.
AGENCIAS