En 2019 la inversión directa de China en Estados Unidos cayó a su nivel más bajo desde la gran recesión del 2009. Esta reducción ya se había producido antes de que la pandemia afectara gran parte del comercio mundial, y reflejó las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo.

La inversión directa china bajó de 5,400 millones de dólares en 2018 a 5,000 millones en 2019. Este es el nivel más bajo en más de una década, subraya el informe publicado por el Comité Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y China y la consultora Rhodium Group.

La inversión directa de un país a otro suele incluir las fusiones de sus empresas, las adquisiciones y las inversiones en oficinas y fábricas, pero excluye la compra de acciones y bonos. Después de que la pandemia golpease la economía mundial, China prácticamente dejó de invertir sus recursos en Estados Unidos. Estos apenas alcanzaron los 200 millones de dólares entre enero y marzo del 2020. 

En contraste, la inversión estadounidense en el país asiático aumentó al pasar de 13,000 millones de dólares en 2018 a 14,000 millones en 2019. Ese incremento se produjo en gran medida debido a los proyectos que habían sido anunciados previamente, incluida la apertura de una fábrica de Tesla en Shanghái. Sin embargo, la inversión recíproca entre EU y China se desplomó a un mínimo no registrado en los últimos siete años, destacan los autores del informe.  

Los reguladores de Estados Unidos preocupados de que China obtenga acceso a su tecnología sensible pasaron a analizar la inversión china más minuciosamente, según la ley aprobada ya en 2018.

REDACCIÓN/AGENCIAS/MAI

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