Una docuserie narrada por Juan Pablo Medina

La señal de History estrena el próximo sábado 5 de septiembre en Latinoamérica, en el marco del 75° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, la nueva serie documental «Secretos de Guerra», que expone los acontecimientos más importantes e historias desconocidas sobre la participación de los países de América Latina durante este conflicto bélico.

Esta nueva producción, realizada en conjunto con NATIVA, está dedicada a los amantes de los documentales históricos y de los hechos de la Segunda Guerra Mundial. «Secretos de Guerra» combina agilidad narrativa con rigurosidad histórica y recorre los diferentes momentos de la contienda, entre los años 1938 y 1945, además de los períodos de pre y posguerra que representan escenarios, actores y propósitos diferentes de interacción de los estados y poblaciones con la gran guerra.

«Secretos de Guerra» es una docuserie de 4 episodios presentada y narrada por el actor mexicano Juan Pablo Medina, quien con dinamismo, espontaneidad y rigor histórico llevará el hilo argumental de cada episodio, abordando datos y acontecimientos jamás contados sobre la participación de los países de América Latina durante la Segunda Guerra Mundial. Cada episodio cuenta con material histórico de época, recreaciones ficcionales y testimonios tutelados por el reconocido historiador mexicano Alejandro Rosas, quien ayudará a descubrir (y a entender) el rol que tuvieron los países latinoamericanos en el conflicto bélico más importante del siglo XX. Además «Secretos de Guerra» incluye entrevistas con otros destacados expertos, analistas políticos, periodistas e historiadores latinoamericanos.

El 2 de septiembre de 1945 se terminó la Segunda Guerra Mundial con la firma del acta de rendición de Japón a bordo del buque norteamericano USS Missuri, en aguas de la bahía de Tokio. Este acontecimiento, que marcó el final del conflicto bélico, se produjo luego de una primera rendición de Alemania frente a los aliados, el 7 de mayo de 1945, y la posterior destrucción de las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki (6 y 8 de agosto respectivamente) a mano de los norteamericanos, lo que llevó a la incondicional y efectiva rendición del país asiático.

Este 2020, a 75 años de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, History muestra que aún quedan secretos por descubrir de este importante período histórico y su impacto en Latinoamérica: desde una red de espionaje nazi en la Argentina hasta el escuadrón de aviación mexicano «Las águilas aztecas». Son muchas las historias que involucran a hombres y mujeres de nuestra región que no son tan conocidas y que ahora History revelará todos los fines de semana del mes de septiembre.

Las historias que presenta «Secretos de Guerra» y que exponen la participación de los países de Latinoamérica como Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Cuba, Guatemala, México, Perú, Uruguay y Venezuela en la Segunda Guerra Mundial, son atravesadas por cuatro ejes temáticos:

  • Espionaje
  • Diplomacia
  • Economía
  • Acción en el frente de batalla.

Cada capítulo subraya los hitos más relevantes de la historia de estos países en este período bélico, a través de una narración en la que los acontecimientos son clasificados con piezas cortas de una atrapante dinámica y puesta. Información clasificada e historias nunca contadas hasta hoy permitirán comprender cómo los países latinos vivieron los años del conflicto armado. Algunos secretos de guerra incluyen a la espía Alemana que coquetea con Cantinflas en México, los mapas falsos encontrados en Argentina en plena Guerra Fría; en Brasil y a cargo de Joseph Mengele, se realizaban experimentos genéticos igual que en Auschwitz que el mundo desconocía; Perú recibe una invasión de japoneses luego del ataque de Pearl Harbor; el petróleo Mexicano se vende al Tercer Reich, y se descubre una red de espías comandada por Ernest Hemingway en Cuba; Orson Welles filma propaganda en Brasil;  Walt Disney funge de embajador para el Departamento de Estado; entre otros.

Además los cuatro especiales que conforman esta docuserie se apoyan de testimonios de sobrevivientes latinos de la Segunda Guerra Mundial como los del piloto del Escuadrón 201 Maximiliano Gutiérrez Marín, del bracero Felipe Muñoz, de analistas políticos, investigadores e historiadores como Rosendo Fraga, Luis Fernandes, Julio Mutti, Gabriel Levinas, Christian Lynch,  Juan Miguel Zunzunegui; del veterano oficial militar argentino Martin Balza, entre otros.

Conoce algunos Secretos de Guerra

Escuadrón 201 «Águilas Aztecas»

El 13 de mayo de 1942, a las 23:55 horas, el mar frente a las costas de Florida se estremeció cuando el torpedo de un submarino alemán impactó en el buque petrolero mexicano «Potrero del Llano». El gigante de acero desapareció en las profundidades del Golfo de México, arrastrando consigo a 13 miembros de la tripulación.

Este acontecimiento no solo removió las aguas marinas, sino también las entrañas de la nación mexicana, que hasta aquel momento había logrado mantener su neutralidad en la Segunda Guerra Mundial. La prensa del país incluso publicó un corrido sobre esta provocación:

Con el pecho conmovido/ mi gran pueblo mexicano/ vengo a cantar el corrido/ de un atentado inhumano/ lloro al ‘Potrero del Llano’/ barcotanque nacional/ al que un torpedo villano/ hundió artero su puñal”.

Solo siete días más tarde, Neptuno volvía a exigir un sacrificio: a su regreso de un viaje a Estados Unidos, el buque petrolero «Faja de Oro» fue torpedeado y destruido por un submarino alemán. Esta vez, nueve marineros perdieron la vida a manos de los nazis.

Así, el 28 de mayo de 1942, la seria y segura voz del presidente Manuel Ávila Camacho resonaba en las radios a lo largo y ancho del país:

Frente a esta reiterada agresión, …un pueblo libre y deseoso de mantener sin mancha su ejecutoria cívica no tiene más que un recurso: el de aceptar valientemente las realidades y declarar… que… existe un estado de guerra entre nuestro país y Alemania, Italia y Japón”.

Para apoyar a las fuerzas aliadas (y evitar que los mexicanos sirvieran de carne de cañón) se decidió crear una pequeña, pero efectiva, unidad aérea de combate cuya misión consistiría en liberar a Filipinas del asedio japonés. Así fue como nació la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM), alias «Escuadrón 201».

El Escuadrón 201 voló 1.966 horas en misión de combate, sirviendo en observaciones, bombardeos y ametrallamientos de posiciones japonesas en Filipinas y Formosa. Los pilotos mexicanos jugaron un papel decisivo en la liberación de la Isla de Luzón. Si bien cinco de ellos murieron en el frente, al final de la Segunda Guerra Mundial, las «Águilas Aztecas» habían puesto fuera de combate a 30.000 soldados japoneses, destruyendo infraestructura, armas y convoyes de abastecimiento y refuerzo.

El 18 de noviembre de 1945, un México orgulloso recibía con los brazos abiertos a los victoriosos supervivientes. Con máxima eficacia, esta pequeña unidad de combate contribuyó significativamente a combatir las potencias del Eje.

El hundimiento del Graf Spee

El Admiral Graf Spee, considerado el orgullo de la marina nazi, fue hundido por su capitán Hans Langsdorff frente a las costas de Montevideo el 17 de diciembre de 1939, tras protagonizar la batalla del Río de la Plata con tres barcos británicos en la Segunda Guerra Mundial.

El barco era un «acorazado de bolsillo» debido a las dimensiones que los Aliados les habían impuesto a los alemanes tras la firma del Tratado de Versalles (1914-1918), al finalizar la Primera Guerra Mundial.

Sin embargo, los nazis le habían hecho algunas innovaciones, entre ellas un hidroavión que no pudo ser utilizado en la batalla del Río de la Plata. Tenía también un casco innovador sobre el que se instalaron armas de grueso calibre.

La noticia del hundimiento se conoció en Berlín a las 20:50 (16:50 de la Argentina). Según el historiador David Solar, Hitler sufrió tal «berrinche» que después durmió poco y mal, y amaneció con un humor espantoso que empeoraría a medida que se conocían nuevos detalles del célebre buque.

El 20 de diciembre de 1939, vestido con su uniforme de gala y envuelto en la bandera de combate del buque, el capitán alemán se suicidó de un disparo en la habitación de un hotel en Buenos Aires.

Muchos creen que siguió estrictas órdenes de Berlín. Pero otros lo critican por haber atacado a tres barcos simultáneamente. Probablemente, Hitler nunca lo perdonó.

Cabe resaltar que en 2006 se rescató el águila de bronce macizo que lleva una esvástica en sus garras y que se ubicaba en la proa del acorazado germano. La figura tiene unas dimensiones de dos metros de alto y 2,80 de ancho y pesa alrededor de 350 kilos. En 2019, la justicia condenó al estado uruguayo a  vender el águila para repartir lo obtenido entre los empresarios que organizaron el rescate y el estado uruguayo.

La Política de la «Buena Vecindad» y Walt Disney

La «Política del buen vecino» o «Buena vecindad» fue una iniciativa política creada y presentada por la administración del gobierno estadounidense presidido por Franklin D. Roosevelt en el marco de la VII Conferencia Panamericana en diciembre de 1933 en lo referente a sus relaciones con América Latina durante los años 1933-1945.

Pocos saben que Franklin Delano Roosevelt designó a Walt Disney como embajador diplomático itinerante para conseguir apoyo político y militar de los países latinoamericanos.  Es así que el dibujante visita Argentina, Chile, Perú y Brasil.

En México, el dibujante crea un personaje llamado «Pancho Pistolas», que era un gallo fumador con el traje de charro, alegre, siempre gritón, este que dispara sus pistolas a la menor ocasión. El dibujo fue elegido por el Escuadrón 201 para identificar los aviones de las águilas aztecas. «Panchito» (como también se le conocía) realizó 785 acciones ofensivas aéreas en la Segunda Guerra Mundial.

Walt hizo algunos productos interesantes como la película «Los tres caballeros», con 3 personajes protagonistas: el Pato Donald, que era norteamericano, Pancho Pistolas, mexicano, y Pepe Carioca, que era brasileño. Los tres recorrían América Latina entre bailes, canciones, utilizando los clichés típicos de cada uno de los países pero que desde luego se convertían en una gran fiesta de color y de bailes. En argentina Disney creó al «Goofy Gaucho».

Una leyenda urbana es si La República de los Niños, iniciativa del gobernador de la provincia Argentina de Buenos Aires, Domingo Mercante, inaugurada en 1951 y el primer parque temático de Disney en Los Angeles en 1955 fue una mera coincidencia. La gira de Disney en pleno desarrollo del proyecto, forjó este mito. En La República de los Niños se construyeron 35 edificios hechos a escala de un niño de 10 años con un Centro Cívico que representaba «La comunicad organizada»: la Casa de Gobierno de estilo gótico, la Legislatura inspirada en el Parlamento inglés y el Palacio de Justicia.

Hilda Krüger y Cantinflas

Los ojos azules de Hilda Krüger (1912-1991) adoraron al más negro de los imperios. Actriz mediocre en una Alemania bárbara, su carrera habría acabado en el olvido si no fuera por su íntima connivencia con el Tercer Reich. Por su causa abandonó a su marido judío y por su causa alcanzó un papel estelar, mucho más que el de sus películas, trabajando para su servicio de espionajeFue esta veneración hacia Hitler la que empujó a esta perturbadora artista a tejer en Estados Unidos y en México una tupida red de conexiones con la oligarquía económica y política que le permitió entregar puntualmente a la Abwehr información confidencial de primer nivel.

Como espía no tuvo reparos en usar su cama o lo que fuera para obtener su mercancía. Rubia, curvada y valquirial, en sus brazos cayeron personajes como el multimillonario Jean Paul Getty y el futuro presidente de México, Miguel Alemán, a la sazón todopoderoso ministro de Interior. Una jugosa biografía (editorial Debate) del especialista Juan Alberto Cedillo reconstruye el esplendor y miseria de Krüger y da un repaso al poco conocido juego de espías que se libró en el México de los años cuarenta.

La entrada en la escena mexicana de Krüger recibió un doble apoyo. La Abwehr, a través de sus contactos, le preparó el acercamiento a altos funcionarios del Gobierno del general Manuel Ávila Camacho (1940-1946). Y el millonario Getty la presentó en sociedad. Las puertas se abrieron de par en par.

Fue una agente vocacional y nazi, pero se sabía mover en los círculos intelectuales y escribió tres libros sobre mujeres, La Malinche, Sor Juana y Elisa Lynch”, recuerda Alberto Cedillo.

Nadie podía sospechar que además de ser actriz, su oficio oculto era ser espía nazi. Aunque su objetivo era acercarse a políticos, algo que logró, comenzó por inmiscuirse entre la farándula local. Para cumplir esa misión, se acercó a Mario Moreno, más conocido como Cantinflas. Se rumoreaba que tuvieron un affaire aunque la única prueba fueron unas fotos en las que ella canta junto al actor. Más adelante fue amante del secretario de la gobernación del presidente Ávila Camacho. El objetivo de la espía era incentivar acuerdos económicos entre México y Alemania, lo que logró ya que México vendió petróleo y metales esenciales al Tercer Reich.

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