La escudería McLaren se retiró en su momento de la que iba a ser la carrera de apertura de la temporada de la Fórmula Uno en marzo cuando un empleado dio positivo por COVID-19, pero el jefe del equipo, Andreas Seidl, confía en que el segundo intento de este fin de semana en Austria será muy diferente.

La carrera del 15 de marzo en Melbourne se canceló antes de que ningún equipo saltara a la pista, y la F1 tuvo que esperar más de 100 días para tener otra oportunidad de competir después del cierre de las fronteras de muchos países en todas partes del mundo.

La carrera en el Red Bull Ring de Spielberg será el comienzo más tardío de una temporada de F1 y la primera vez que la actividad se inicia en Austria. La prueba será en un circuito sin espectadores o patrocinadores presentes mientras los equipos operan en ‘burbujas’ con condiciones estrictas de salud y seguridad y con la prensa mantenida a distancia.

“Tengo que decir que estoy muy contento con el plan que se ha desarrollado”, dijo Seidl. “Lo que es diferente ahora es que tenemos un concepto claro de aislamiento de los equipos entre sí”.

En Melbourne, en medio de la preocupación general por las carreras ante la pandemia, McLaren se retiró el jueves después de un resultado positivo. La carrera se suspendió antes del comienzo de la práctica del día siguiente.

Los miembros de los equipos ahora serán evaluados cada cinco días y también deberán mantenerse alejados y usar máscaras faciales en el paddock. Seidl dijo que todas las pruebas de su equipo habían reportado resultados negativos hasta ahora.

REDACCIÓN/AGENCIAS/MAI

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