Con el propósito de escalar la propia montaña interior , como lo mencionó el Mtro. Jorge Castell y someterse voluntariamente a un ejercicio de dureza física en las disciplinas de Kendo y Iaido bajo condiciones de altura extrema y clima gélido de Amecameca, y fortalecer el carácter, afinar la mente y la determinación, soportar la adversidad climática.

Profundizar en la filosofía del Sensei Jesús Maya, sin duda el Kendoca mexicano mejor rankeado a nivel mundial; formador de formadores que : “ Sin la práctica del Kendo no hay Iaido ”, los coequiperos caribeños de Cancún y Yucatán, celebraron en el Dojo Kamikaze en Amecameca, el Seminario : “Del Mar a la Montaña ”, al pie del volcán Popocatépetl , bajo la directriz de las virtudes que el Kangeiko desarrolla para enfrentar las acometidas que el año 2022 tendrá para cada uno de los asistentes, tanto a nivel personal.

Bajo la premisa que el Iaido forma parte del manejo de la espada, aunado a la práctica de Kendo, le da el sentido de respeto para adaptar y atender el uso real de la Katana. Esta disciplina que combina la técnica de envaine y desenvaine de la katana orientadas al desarrollo personal, emocional, técnico y físico del practicante así como a la efectividad en combate con un oponente imaginario, en el que destaca la concentración, el realismo y la efectividad.

Si la naturaleza no fuera hermosa, no valdría la pena conocerla, y si no valiera la pena conocerla, tampoco valdría la pena vivir. La montaña interior propone rebasar la frontera de lo confortable para salir al exterior de lo que somos. Ir a lugares remotos para llegar a un lugar tan cercano como nosotros mismos y encontrarnos frente a frente, conocer amigos nuevos que nos descubren nuevos puntos de vista, escalar cumbres difíciles, conectar con la naturaleza, y actuar sobre su espíritu para tomar las riendas de la vida.

Cuando piensas que tocaste la cumbre; observas que hay una nueva cima -un nuevo reto- por conquistar, desde otro horizonte y perspectiva. Un viaje puede producir una transformación profunda: uno puede ir de lo que es, a lo que puede ser. Buscarse a si mismo en lugares extremos y en condiciones hostiles que nos ponen frente a frente con lo esencial.

Cuando se viaja acompañado se aligera la carga y se dan las circunstancias adecuadas, se puede lograr soltar las amarras que impiden crecer.

FOTOS: Cortesía Luis Manuel de la Teja

REDACCIÓN

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