Luego de enfrentar un largo ayuno de actividades culturales y cotidianas debido a la pandemia, en las Jornadas INBAL SACM realizadas como parte del 9° Festival Artístico de Otoño (FAO), y que, por cierto, tuvieron una gran
aceptación del público, participaron más de 30 compositores, y distintas agrupaciones e intérpretes entre los que puede mencionarse a Tambuco, Cuarteto Saloma, Víctor Manuel Morales (órgano), Orquesta Iberoamericana, Belinda Ramírez (soprano) y Héctor Cruz (piano), Tetraktys (cuarteto de guitarras), y la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA).
Siempre con la satisfacción de haber ofrecido al público de la Ciudad de México una serie de conciertos con lo más selecto de la música clásica de todos los tiempos, en foros tan diversos como el Centro Cultural Roberto
Cantoral (CCRC), la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, y el Salón de Recepciones del Museo Nacional de Arte, las Jornadas INBAL SACM concluyen con dos estrenos, entre otras obras, dentro de las actividades
del 9° FAO.
Ha sido reconfortante volver, siempre con las debidas precauciones sanitarias, a las salas de conciertos y las Jornadas INBAL SACM no fueron la excepción al registrar una buena asistencia en cada una de sus sedes, todo ello con el apoyo del Patronato del Centro Cultural Roberto Cantoral, la Secretaría de Cultura Federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
Dentro del programa que ofrecerá la OCBA, se recordará al maestro Mario Lavista, quien falleciera recientemente, a través de su obra Seis pequeñas piezas para orquesta de cuerdas.
En este concierto de clausura se escucharán composiciones de diversas corrientes musicales creadas en el ámbito cultural nacional, tal es el caso de Sinfonía de cuerdas del maestro Luis Jaime Cortez, de la cual el compositor
apuntó que se trata de una obra que escribió por encargo del Festival Artístico de Otoño de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), además de que fue muy estimulante saber de la colaboración que tendría con el maestro Ludwig Carrasco quien le parece un director extraordinario.
Explicó que al conversar con el maestro Carrasco enfatizaron sobre la dotación de la orquesta, porque la obra es de cuerdas, aunque con algunas otras posibilidades, además de que no estaba seguro de si para este mes de
noviembre se contaría con toda la orquesta o con la mitad de ella, es decir que esta última situación podría dar algunos problemas.
Entonces, añadió, “decidí pensar en esto no como un problema sino como en algo estimulante e imaginé cómo sería escribir con un formato distinto, en relación a la orquesta. Por ello hice una obra conformada por once
músicos: seis violines, dos violas, dos chelos y un contrabajo, pero además con la posibilidad de que, si se suman otros elementos, pudiera ser con una voz solista en cada línea, o bien sumarse dos instrumentistas en cada
línea. Por ello, lejos de ser esto una limitante, se convirtió en un estímulo para pensar que fuera una especie de gran obra para cuerdas, de pensar en la sonoridad de las cuerdas de una manera plena y de ahí surgió el nombre,
con la idea de una Sinfonía para instrumentos de distintas áreas, con alientos, metales y demás.”
De ahí que no sea una Sinfonía precisamente para orquesta de cuerdas, aclaró Cortez, lo que parecería no tiene lógica, pero sí en una Sinfonía de cuerdas, pensando en que las cuerdas suenen con una plenitud sinfónica, por decirlo así. En consecuencia, se convirtió en una aventura sonora para lograr que estos instrumentos luzcan esa sonoridad en las cuerdas, con una plenitud total. Dijo, además, que la obra tiene carácter celebratorio por el 75
aniversario del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
Por otra parte, la OCBA también estrenará 20-21. Homenaje del maestro Eduardo Soto Millán, quien ha dicho de su obra, que será interpretada por primera vez en México con corno y orquesta de cuerdas, que luego del drama de la pandemia: “Un impulso emocional me indicaba componer una obra desde mi propia e íntima experiencia de la debacle mundial, pero me resistía, no deseaba correr el riesgo de representar ninguna aparente acción obvia y oportunista. Sin embargo, un día recibí la invitación de mi amigo, el también compositor Horacio Rico, para componer una obra con el fin de estrenarla en Viña del Mar, Chile, en noviembre de 2021. Fue el motor imparable y a la vez, quizá, destino.”
Terminan estas Jornadas INBAL SACM y dejan en compositores, músicos y público, un buen sabor de boca que
seguramente, en el 10° Festival Artístico de Otoño habrá de superar todas las expectativas