El volante ecuatoriano Renato Ibarra encontró por fin un equipo que se interesó en él y será con el Atlas de Guadalajara.
Esto tras llegar a un acuerdo entre la directiva del América y los Zorros, luego de convertirse en jugador no elegible para los azulcrema por lo que sucedió en su caso, cuando pisó la cárcel al presuntamente golpear a su esposa, a quien mandó al hospital y posteriormente la cónyuge negó tal agresión.
El ahora examericanista estuvo en el ojo del huracán y se volvió un elemento indeseable para muchos equipos del futbol mexicano y de otras latitudes, ya que no deseaban a un futbolista con problemas severos de conducta y golpeador de mujeres.