La “burbuja para abrazos” permite a los residentes del hogar de ancianos, aislados del mundo exterior para protegerlos del virus, tomarse de la mano y abrazar a los familiares que los visitan, porque en todo momento están separados por una película plástica sellada herméticamente.
Es una excelente noticia para los adultos mayores el poder tener contacto físico.
“Ha traído consuelo”, dijo Stephanie Loiseau, asistente de enfermería en el hogar de ancianos en Jeumont, cerca de la frontera con Bélgica.
Con información de agencias
